Por Irmgard von Wobeser
En ocasiones la sabiduría popular y los
descubrimientos de las neurociencias coinciden en sus recomendaciones. Este es el caso del siguiente cuento
tradicional.
Un viejo cherokee conversaba con sus nietos y
les decía: “En la vida de todas las personas hay una lucha
terrible –una lucha entre dos lobos. Un lobo es malo: es el lobo del miedo, la
envidia, la ambición, la arrogancia, la auto compasión, el resentimiento y la
decepción. El otro lobo es bueno, es la alegría, la serenidad, la humildad, la
confianza, la generosidad, la verdad, la gentileza y la compasión.”
Los niños miraban al
anciano, abriendo muy grandes sus ojos. Era noche de luna llena. Estaban
sentados cerca de la fogata, se apreciaban los aromas del bosque y a lo lejos
se escuchaba el aullido de los lobos. Los rayos de la luna se filtraban a
través de las ramas de los árboles.
Un niño se atrevió a
preguntar: “Abuelo, ¿y cuál de los dos lobos gana?”
El viejo lo miró a
los ojos y le contestó: “A veces gana uno y a veces gana el otro. Gana aquél,
que alimentamos.”
Curiosamente las investigaciones del cerebro humano
corroboran el viejo cuento del cherokee. Los avances tecnológicos han permitido
aumentar nexos entre los conocimientos de
la psicología (ciencia de la mente y la conducta) y la neurociencia (ciencia del
cerebro).
Se ha encontrado que nuestra conducta, emoción y
pensamiento están asociados con una enérgica actividad en las redes neuronales.
Cuando realizamos actividades conocidas, habituales y cotidianas, no requerimos
atención ni esfuerzo pues se ven implicadas redes neuronales muy trazadas y
transitadas. Recuerda la facilidad con la que ejecutamos las complejas acciones
al manejar un carro.
Por el contrario, cuando aprendemos algo nuevo o
desconocido ocupamos un área del cerebro frontal que requiere de nuestro
esfuerzo, atención y trabajo. ¡Estamos construyendo nuevas conexiones
nerviosas! ¡Y eso duele! La famosa resistencia al cambio está relacionada al
esfuerzo físico que se produce cuando estamos trazando nuevas conexiones
nerviosas. ¡Imagina el esfuerzo que requieres para manejar un carro en
Inglaterra, donde las vías corren en sentido contrario de lo que estás
acostumbrado!
¿Qué nos dicen las Ciencias del Cerebro con
respecto a los métodos de cambio más efectivos para crear nuevas vías
nerviosas? ¿Cómo se facilita el cambio a nivel cerebral?
En contra de nuestro sentido común, parece que
no son muy efectivos los castigos, la confrontación y el regaño. Prueba de esto
es la enorme dificultad de cambiar hábitos de alimentación y ejercicio, aún
ante la evidencia contundente de que, de no hacerlo, las consecuencias podrían
ser fatales.
Tampoco es muy útil la persuasión. El psiquiatra
Jeffrey Schwartz afirma que “el cerebro
humano funciona como un niño de 2 años, dile qué debe de hacer y
automáticamente lo va a rechazar.¨
El cambio en el cerebro se logra mediante la atención que se presta a una experiencia mental, un
pensamiento, una imagen, o un miedo. Se llama densidad de atención a la
cantidad de atención que se presta a una experiencia mental. Entre más atención
se presta a una idea, más densidad de atención y más cambios a nivel cerebral.
Con el tiempo, si se sigue prestando atención al
mismo evento, se deja abierto y dinámicamente vivo el circuito neuronal. Al
principio se trata de una conexión química pasajera, para luego transformarse,
a través de la densidad de atención en un cambio físico estable de la
estructura del cerebro.
Nuestras expectativas conscientes asociadas con redes
neuronales potentemente trazadas ejercen una poderosa influencia en nuestro
cerebro.
¡Imagina si continuamente presto atención a los
defectos de mi hijo! ¡Imagina que le pasa a mi hijo en su percepción de sí
mismo, si presta atención a lo que yo le digo! Y nuestros pensamientos se
reflejan en nuestras acciones. Es decir no ayuda en nada pensar “no le va
afectar porque no lo hablo en voz alta”.
La densidad de la atención es tan poderosa que
participa en la construcción de la identidad de las personas. Con la densidad
de atención, los pensamientos y actos de la mente, pasan a ser parte de quien
es la persona.
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