Por Ari Rajsbaum
Vendedora de frutas, Olga Costa
Lo que comemos influye sobe el funcionamiento de nuestros cerebro y por lo tanto sobre nuestras emociones, nuestros pensamientos, habilidad mental y coordinación motora. Influye aun mas sobre el cerebro de los niños que se están desarrollando. Medscape News resumió los descubrimientos más importantes que se han hecho al respecto, te presentamos algunos de ellos:
La gente que consume una
dieta mediterránea tiene 30% menos posibilidades de desarrollar depresión y
problemas de ansiedad que la gente que consume dietas con mayor concentración
de derivados de la carne y de la leche. Con solo cambiar su dieta se reduce en
una tercera parte la posibilidad de sufrir una depresión. La dieta mediterránea
consiste en consumir muchos vegetales frescos (frutas y verduras), nueces,
granos a de enteros, pescado y aceites
insaturados (como el del aceite de oliva). El riesgo de sufrir de
problemas en la memoria y de Alzheimer también se reduce para aquellos que
consumen aceite de oliva.
Nuestra inteligencia
también se puede ver dañada por lo que consumimos. Estudios recientes muestran
que el consumo en exceso de sal y grasas trans (estas se encuentran en muchos
alimentos procesados) afectan la capacidad de pensamiento de las personas.
A largo plazo, el consumo
de carbohidratos refinados (harinas refinadas, azúcar refinada) así como de
grasas saturadas (carne roja, quesos) tiene efectos negativos en los siguiente:
Así que, piense bien en los alimentos que consume, pero especialmente en los que pone a disposición de sus hijos, ya que pueden hacer una verdadera diferencia para su calidad de vida futura.
Si desea tener una información más completa sobre el tema le recomendamos que vea la siguiente presentación:http://www.medscape.com/features/slideshow/brain-food
- En el sistema de defensas del cuerpo
- Afecta a las neurotrofinas, un tipo de proteínas muy importantes para el desarrollo, funcionamiento y sobrevivencia de las células del cerebro.
- Genera estrés oxidativo; dificultades para que nuestro organismo neutralice los efectos destructivos de especies reactivas de oxígeno.
- Estos tres efectos son graves, pero no se notan porque se manifiestan a largo plazo. Además de que aumentan mucho la predisposición a la depresión, aumentan el riesgo de toda clase de enfermedades psiquiátricas como Alzheimer, y Parkinson, así como de trastornos del sistema cardiovascular o de enfermedades infecciosas.
Así que, piense bien en los alimentos que consume, pero especialmente en los que pone a disposición de sus hijos, ya que pueden hacer una verdadera diferencia para su calidad de vida futura.
Si desea tener una información más completa sobre el tema le recomendamos que vea la siguiente presentación:http://www.medscape.com/features/slideshow/brain-food
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