Por Ari Rajsbaum
A continuación aparece un acertijo que aplicó Robert
Sapolsky para sus alumnos de Biología de la Conducta Humana de la Universidad
de Stanford. La pregunta es:
¿Qué tienen en común los siguientes fenómenos?
a)
El momento en el que una
mujer está pasando por su periodo menstrual
b)
Tener un tumor cerebral
c)
Comer mucha comida chatarra
d)
Ingerir muchos esteroides
anabólicos (las pastillas que ingieren algunos compañeros suyos del gimnasio)
Si no logra encontrar la respuesta, no se preocupe. Los
estudiantes de Stanford, una de las mejores universidades del mundo, tampoco lo
pudieron resolver. El común denominador es que todos ellos han sido utilizados (con
éxito) en la corte para explicar el comportamiento de un asesino. En el primer
caso, el argumento utilizado por la defensa ha sido que las mujeres, alrededor
de su periodo menstrual, son con frecuencia mucho más agresivas que el resto
del tiempo. Esta agresividad es resultado de la secreción hormonal.
En el segundo caso, la existencia de un tumor cerebral
también ha servido como un argumento para defender a gente que ha cometido
asesinatos, ya que los tumores en la amígdala, una pequeña región del cerebro
relacionada con la agresividad, pueden generar una violencia descontrolada.
En un caso muy famoso (el de la “defensa Twinkie”), la
defensa de Dan White, quien había matado a dos funcionarios de la ciudad de San
Francisco, argumentó que su adicción a la comida chatarra había provocado
fuertes cambios en sus niveles de azúcar lo que lo llevó al asesinato.
Por último, el uso de esteroides también puede generar
agresividad y por lo tanto conductas
violentas. Esto también ha sido utilizado como argumento para defensas
en procesos judiciales.
No hay que tomar muy en serio los casos anteriores, todos
sabemos a los extremos a los que puede llegar el sistema legal americano. Sapolsky
los trajo a colación para mostrar un asunto que, en nuestros tiempos,
deberíamos tener todos presente: nuestros pensamiento y emociones están
influenciados por cosas que suceden en todo nuestro cuerpo. Nuestros
hábitos, nuestro estado de salud, el momento del día o del mes, la edad que
tenemos, son todos factores que tienen un peso sobre nuestras mentes.
En las próximas entradas mencionaré algunas consecuencias
prácticas de lo anterior.
Si te gustan las neurociencias puedes ver la clase de
Sapolsky a sus estudiantes de Harvard en:
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