lunes, 16 de enero de 2012

Una razón más para decir “no”.

Por Ari Rajsbaum


Todos sabemos que los niños pequeños necesitan la cercanía de algún adulto en un cierto rango para sentir seguridad. Si tienes hijos sin duda has podido observar como los pequeñines pueden entrar en un estado de terror al pensar que el adulto de su confianza no se encuentra presente.  Las reacciones de presencia de adulto/seguridad vs. ausencia de adulto/miedo tienen motivos de sobrevivencia evidentes: un niño en la naturaleza sin el cuidado de un adulto no sobreviviría por mucho tiempo, por lo tanto, nuestra naturaleza genética ha hecho que los niños reaccionen sintiendo seguridad frente a adultos cercanos y de confianza. 

Ahora ¿qué sucede cuando un padre/madre en lugar de comportarse como adulto se comporta como niño? Recientemente escuché a Nir Koren decir que si los padres se mantienen al nivel de los niños estos sienten miedo porque, si los niños perciben a sus padres como niños, entonces ¿Quién los cuidará? 

Comportarse como adultos quiere decir muchas cosas, entre ellas; actuar pensando en el beneficio a largo plazo y no en el beneficio del momento, tener la fortaleza para ganarle a las emociones y no dejarse llevar por el entusiasmo o la violencia y saber que el papel principal de los padres es eso; ser padres, cuidar a los hijos, protegerlos, guiarlos, educarlos, consolarlos en los momentos de necesidad.  Si nos comportamos como niños generamos inseguridad, si nos mantenemos e nuestro papel contribuimos a brindar el sentimiento de vivir en un mundo seguro.





No hay comentarios:

Publicar un comentario