miércoles, 13 de junio de 2012

Principios sobre el sueño de los bebés





 Todos los cachorros mamíferos necesitan de amor corporal.
(Anjana, chimpancé del zoológico China York)

Por Ari Rajsbaum

Cuando nace un bebé los niños se encuentran ante un dilema: lo dejan dormir y comer cuando pida, o establecen horarios para que el bebé aprenda pronto a dormir de corrido (y los padres puedan descansar). Este dilema expresa tres necesidades reales:
  • La necesidad de apego y cuidado del bebé.
  • La necesidad que tiene el bebé de aprender a ir regulando sus estados físicos y mentales.
  • La necesidad de la familia de vivir con cierta calma y predicibilidad.
¿Cuál gana?
Lo que debes saber es que los ritmos de sueño, vigilia y alimentación del recién nacido están regulados biológicamente por un reloj interno, cuyo mecanismo principal está en el sistema nervioso. Este reloj se va ajustando conforme el bebé madure y por lo tanto, debemos tener paciencia, no todos los bebés se desarrollan con igual velocidad. Las oscilaciones entre el sol y el día, junto con la maduración biológica del niño, irán acomodando su reloj interno a lo largo del primer año de vida.

Como habíamos contado en otro artículo (http://smarteriya.blogspot.mx/2012/02/porque-unas-personas-son-mas-nerviosas.html), el amor expresado en cuidados físico a los bebés tiene consecuencias determinantes para su desarrollo, por lo que es importante tranquilizarlos, abrazarlos, dejarlos comer y descansar cuando lo necesitan, especialmente cuando son muy pequeños. En términos generales, no es buena idea dejarlos llorar hasta que se duerman o pasen tres horas antes de la siguiente comida (aunque por supuesto hay excepciones).

Pero, ¿cómo ir estableciendo un ambiente ordenado y predecible, especialmente conforme el niño va creciendo y sus demandas van aumentando? Pon mucha atención a los siguientes principios:

1.       La mejor forma de enseñar a que los niños internalicen una capacidad para organizar sus conductas es por medio del ambiente: que nosotros como adultos hagamos todo lo posible por mantener una vida ordenada a su alrededor: (horarios estables, ambientes tranquilos en la noche u horas de la siesta y todo lo demás que implica una mundo predecible alrededor del bebé).

2.       El cansancio progresivo de los padres y la propia capacidad del niño para tolerar dificultades (lapsos sin comer, capacidad de alejarse físicamente de los padres al gatear, etc.), puede servir como indicador de que es momento de ir estableciendo algunas rutinas aunque al bebé no le gusten.

3.       No existen recetas, porque hay niños mucho más sensibles que otros. Algunos necesitan ambientes cuidadosos y tranquilos por muy largos periodos, mientras que otros adquieren pronto tolerancia a los ruidos, el hambre y otros elementos. Hay niños cuyo sistema nervioso madura muy bien y otros que mantienen ciertas áreas sin madurar hasta la adolescencia, cada niño necesitará cuidados distintos y cada familia tiene condiciones y cualidades diferentes para afrontar las situaciones. Pero hay un principio que es siempre útil: sean cuales sean las decisiones, mientras más se apoyen los padres, el niño percibirá mayor seguridad en el medio ambiente.

4.       Evitar a toda costa la violencia física, verbal y emocional, aunque el niño solo sea testigo de ella. La violencia activa al máximo el sistema de estrés del niño y esto afecta profundamente el desarrollo de los sistemas cerebrales que ayudan a las personas a autoregularse.

1 comentario:

  1. Que los bebés duerman es muy importante para su salud, debemos tener paciencia si les cuesta al inicio y marcarles unas rutinas para que sepan cuando toca dormir.

    Saludos,
    Juana

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