lunes, 4 de junio de 2012

Las piernas de un niño


Las habilidades de poner atención y saber autocontrolarse, son funciones claves para el aprendizaje en todos los ámbitos de la vida. Estas funciones son parte de las llamadas funciones ejecutivas, que se llevan a cabo en la corteza prefrontal del cerebro.

Se ha demostrado en cientos de investigaciones que existen tres habilidades que un niño debe de poseer al entrar a la escuela para tener éxito en el futuro: tener habilidades para las matemáticas,  la lectura y saber poner atención. Entre más aguda la atención, más rico y profundo el aprendizaje.


Centrar la atención y el autocontrol son habilidades que se desenvuelven desde temprana edad y que terminan por desarrollarse completamente en la adultez temprana. Sin embargo, la corteza prefrontal es una de las últimas partes del cerebro en madurar, por lo que es necesario hacernos la siguiente pregunta. ¿Desde que edad debemos de promover la atención y el autocontrol en el niño?

Muchos padres de familia piensan que un bebé o niño pequeño es muy chiquito para pedirle que se duerma solo, que controle berrinches, que no muerda o que haga un rompecabezas. Y en efecto, las habilidades del niño para controlar emociones o para poner atención son inmaduras. Por ello requieren adultos que los contengan, les enseñen, jueguen con ellos, sean persistentes, sean congruentes y les tengan paciencia.

Cuando le dicen a  la experta en desarrollo infantil Adele Diamond, que un niño de 3 o 4 años es muy joven para aprender habilidades de atención y autocontrol, ella contesta:

“Piensa acerca de las piernas de un niño de 2 años. Las piernas a la edad de 2 años no tienen el tamaño de las piernas de un adulto. Tal vez tarden 15 años en alcanzar su tamaño de adulto – son todavía inmaduros. Pero aun con esas piernas inmaduras un niño puede caminar, un niño de 2 años puede correr. Las piernas en el estado de un niño de 2 años son capaces de realizar muchas funciones para las que están diseñadas las piernas. Una corteza prefrontal inmadura es capaz de apoyar muchas de las funciones, para las que está diseñada. Así que bebes, caminadores y preescolares son capaces de manera inmadura de desarrollar algunas funciones ejecutivas (como la atención y el autocontrol).”

¿Qué tan capaces seríamos de caminar y correr, si no nos lo permitieran hasta que nuestras piernas estén completamente desarrolladas? ¿Qué tan capaces seríamos para poner atención y ejercer autocontrol si esperamos que nuestro cerebro esté maduro?

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